Resistencia a los insecticidas
Es posible que la resistencia a los insecticidas constituya la mayor amenaza actual para el futuro del control del paludismo y para la sostenibilidad de los logros alcanzados en los últimos años. Para nosotros, la prevención y el manejo de la resistencia son temas importantes a la hora de desarrollar nuevos productos e iniciativas a escala mundial.
Conceptos básicos sobre la resistencia
La resistencia a los insecticidas se define como un rasgo hereditario que confiere una susceptibilidad reducida a un insecticida o a un grupo de insecticidas. Varios mecanismos pueden estar implicados.
Los insecticidas no generan mutaciones de resistencia en los insectos. No obstante, si se mantiene la misma presión de selección (o modo de acción de un insecticida) durante un período prolongado, puede tener lugar una selección de mutaciones preexistentes capaces de dominar una población de mosquitos. En circunstancias extremas, esto puede conducir a que las medidas de control basadas en insecticidas sean ineficaces.
Por lo tanto, para mantener la susceptibilidad de los insecticidas es importante implementar de modo proactivo una estrategia de manejo de la resistencia que implique exponer a los mosquitos a diferentes modos de acción y adoptar un manejo integrado de vectores con técnicas que no incluyan insecticidas. Sin estos enfoques, la selección y la expansión de la resistencia a los insecticidas constituyen una amenaza real y pendiente.
Clases químicas
Hasta el año 2018, el control de vectores del paludismo dependía únicamente de cuatro clases químicas diferentes de insecticidas: organoclorados (como el DDT), organofosforados (como el pirimifos-metil), carbamatos (como el bendiocarb) y piretroides (como la deltametrina, la permetrina y la alfacipermetrina). Como consecuencia, puede encontrarse resistencia a casi todas esas clases de insecticidas (no siempre de manera simultánea).
Desde 2018, se han introducido tres nuevas clases de insecticidas para el control del paludismo (neonicotinoides, pirroles y análogos de la hormona juvenil) y un novísimo modo de acción recientemente presentado por Bayer para el control del mosquito Aedes (la flupiradifurona, perteneciente a la clase química butenolide, presente en el rociado espacial Fludora® Co-Max).
Hay posibilidades cada vez mayores de poder manejar la resistencia con estos modos de acción adicionales y una voluntad creciente por parte de los programas nacionales de adoptar, de manera proactiva, estrategias de manejo de la resistencia.